Comprar joyas de oro a su justo precio – Consejos prácticos para elegir bien


Si estás pensando en adquirir un anillo, un collar, una pulsera, unos pendientes o cualquier otra joya de oro, hay determinadas cuestiones que debes valorar para corroborar su calidad y pagar su precio justo, porque tal como dice el popular refrán “No es oro todo lo que reluce...”

El oro es muy apropiado para la fabricación de joyería pues es el más maleable de todos los metales, pero en estado puro (24 ktes) es demasiado dúctil y blando, por lo que es aleado con otros metales para darle el grado de dureza necesario para la elaboración de joyas.

Los kilates nos indican la proporción de oro y la de otros metales que contiene la joya, lo que influye de forma determinante en su precio.

- Oro de 24 ktes ó 1000 milésimas, tiene un porcentaje de oro del 100%, (sin ningún tipo de aleación).

- Oro de 18 ktes ó 750 milésimas, tiene un porcentaje de oro del 75%. Es el más utilizado en joyería, es el denominado ORO DE PRIMERA LEY.

- Oro de 14 ktes ó 585 milésimas, tiene un porcentaje de oro del 58.3%, conocido como ORO DE SEGUNDA LEY.

- Oro de 10 ktes ó 417 milésimas, tiene un porcentaje de oro del 41.6%.

Además del típico oro de color amarillo, existen otras variedades, las diferentes tonalidades vienen determinadas por las aleaciones realizadas, así entre las más conocidas encontramos el oro rojo, el rosa o el blanco, su composición aproximada en el Oro de 18 kilates, por ejemplo, es la siguiente:

- Oro amarillo: Contiene un 75% de oro, un 12,5% de plata y un 12,5% de cobre.

- Oro rojo: Está compuesto por un 75% de oro, y un 25% de cobre.

- Oro rosa: Formado por un 75% de oro, un 5% de plata y un 20% de cobre.

- Oro blanco: Contiene un 75% de oro, y aprox. un 12% de paladio y un 13% de plata.

Vemos así que aunque dos piezas idénticas, 2 anillos por ejemplo, de 18 kilates cada uno, pueden tener precios distintos en función de su color, así el anillo de oro blanco será más caro que el de oro amarillo, aún estando compuestos ambos por un 75% de oro, ya que el de oro blanco contiene paladio, que es un metal de precio muy superior a la plata o al cobre, que son los metales aleados en el oro amarillo.

Así pues lo primero que tenemos que hacer es informarnos de cuantos kilates tiene la joya que nos interesa.

En segundo lugar lo que tenemos que hacer es asegurarnos de que la información recibida es la correcta, para ello deberemos comprobar que la joya está debidamente contrastada, el contraste es la aplicación de la marca de garantía, tras el análisis efectuado a tal fin por Laboratorios Oficiales, como prueba de calidad e idoneidad de los productos analizados, según lo dispuesto por la ley 17/1975 de 1 de julio. Así pues toda pieza de oro debe ser contrastada, por lo que rechazaremos cualquier joya que no tenga la marca de garantía.

Ahora bien la ley exime de la obligación de contraste en la propia pieza, a aquellas joyas que por su reducido tamaño o por su diseño podrían ser dañadas por la marca del mismo. En este caso deberíamos exigir el contraste en una placa o chapa adicional. Esta es la forma de comprobar que realmente estamos comprando una JOYA DE ORO.

Pero a la hora de fijar el precio de una joya intervienen otros factores mucho menos objetivos como puede ser su marca o diseño, por lo que el precio de piezas similares puede variar significativamente de un establecimiento a otro, por ello es aconsejable visitar varios de ellos a fin de establecer cuál es el precio que consideraremos “justo” por la pieza que nos interesa. En este sentido Internet nos lo pone muy fácil, pues cómodamente y sin salir de casa, en un momento podemos ver infinidad de collares, pulseras, anillos, colgantes, pendientes, gargantillas... y comparar sus precios. Además las joyerías on line, también conocidas como joyerías o tiendas virtuales nos ofrecen la ventaja de precios más competitivos que los de los comercios tradicionales, pues al no tener que soportar los gastos de estructura de éstos, pueden ofrecernos precios más ajustados; su inconveniente principal radica en no poder ver la joya “en vivo”, por ello es aconsejable comprar sólo en aquellas joyerías on line que nos garanticen la devolución de nuestro dinero si una vez recibida, vemos que la joya comprada no cumple con nuestras expectativas.